La cola que normalmente utilizamos en pintura es la
cola vinílica, llamada también
cola de carpintero. Es una cola blanca, de base acuosa (con ella hacemos la
aguacola) y no tóxica. Es el tipo de cola más común; de hecho es la que más utilizan carpinteros y ebanistas. A nivel comercial se puede encontrar en forma de
granos y de
placas, o en
tubos.
Si se compra en granos, se tiene que disolver con agua y ablandar a baño maría hasta que tenga el nivel de viscosidad deseado y se tiene que aplicar en caliente. La que se vende en tubo es una variante sintética disponible en el mercado en varias cantidades. Seca bastante rápido (aproximadamente una hora) y adhiere completamente en 24 horas. Se utiliza para pegar papel, piel, madera y materiales porosos.
En My Tale I Teach la usamos, entre otras cosas, para pegar las uniones de los listones de madera cuando fabricamos bastidores o marcos para cuadros. Se tiene que conservar en un recipiente herméticamente cerrado: de lo contrario, la cola vinílica creará una película seca que será inutilizable y nos hará perder parte del material. Antes de aplicarla, tenemos que limpiar bien las superficies para evitar que el polvo o los residuos puedan comprometer la total adherencia de la cola. Es bastante económica y siendo no tóxica es apta para uso infantil.
Un saludo,
Chema Senra
Saludos! Yo le he encontrado otro uso a la cola vinílica: la mezclo con una parte de barbotina (arcilla líquida) y otra de pasta para modelar y se forma una masa fluída pero excelente como base mate de tendencia dorada (si se usa con barbotina ocre).
Me gustaMe gusta
Hola, Juan M.Muchísimas gracias por tu participación en el blog con esta receta. Estoy seguro de que tu consejo le será de utilidad a muchos de los usuarios. Personalmente he de hacer la prueba y comentar los resultados más adelante. Un saludo y buena pintura.
Me gustaMe gusta