
La composición: El equilibrio (1ª parte)
Tras una larga pausa de recuperación, volvemos con el Blog. Me parecía interesante hablar de la composición, un elemento imprescindible de la creación artística al igual que la teoría del color. Para escribir este post haré referencia al libro Arte y percepción visual de R. ARNHEIM aunque la literatura en cuestión es muchísima.
Percibir, en primer lugar, es un juego de tensiones, antes que una disposición de objetos, colores o formas. Estas tensiones no las aporta conscientemente el espectador; son intrínsecas, son fuerzas psicológicas. Ver, es la percepción de una acción. Cualquier línea o forma sencilla, es un elemento de acción. Nada es simplemente estático.
En una composición equilibrada, todos los factores cuales la forma, la dirección y la ubicación, se determinan mutuamente, de tal modo que no parece posible ningún cambio, y el todo asume un carácter de «necesidad» en cada una de sus partes.

El equilibrio no exige simetría, aunque esta es la forma más elemental. Es normal e incluso obvio que el artista trabaje con algún tipo de desigualdad. Una composición desequilibrada parece accidental, transitoria y por lo tanto válida. Sus elementos muestran una tendencia a cambiar de lugar o de forma, para alcanzar un estado que concuerde mejor con la estructura ideal.
Las propiedades del equilibrio son ubicación, intensidad y dirección.

Dos de las proporciones visuales de los objetos que ejercen especial influencia sobre el equilibrio son: peso y dirección.
El peso:
El peso es un efecto dinámico, que no se orienta necesariamente en una sola dirección.
En el peso interviene:
· La ubicación, o posición de los elementos en el formato. Es frecuente que el grupo central de las pinturas sea bastante pesado, con los pesos disminuyendo hacia los bordes. Según el principio de la palanca, el peso de un elemento aumenta en relación con su distancia del centro.
· La profundidad espacial. Las «vistas» que llevan la mirada al espacio lejano, tienen un gran poder contrapesante; o lo que es igual, cuanto mayor sea la profundidad a que llegue una zona del campo visual, mayor será su peso.
· El tamaño, a igualdad de otros factores el objeto mayor será el más pesado, El color varía esta propiedad, pues el rojo es más pesado que el azul, y los colores claros son más pesados que los oscuros.
· El interés intrínseco, o interferencias en el espectador que se interesa por una zona determinada del tema representado, en cuyo caso cambia la composición.
· El aislamiento confiere peso. El sol o la luna es un cielo vacío, son más pesados que objetos de aspectos similares rodeados de otras formas.
· La forma influye en el peso. La forma regular de las figuras geométricas simples, las hace más pesadas. Un ejemplo es Kandinsky.
La dirección:
La dirección viene determinada por:
· La atracción que ejercen el peso de los elementos vecinos.


· La forma de los objetos genera atracción. Por ejemplo, el grupo triangular de «La Piedad» de El Greco se percibe dinámicamente como una flecha ascendente.

· El tema crea dirección. Los juegos de miradas de las figuras representadas inducen a direcciones determinadas.
Un saludo a todos y buena composición,
Chema Senra
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