Pintura: las armonías cromáticas

Las armonías son muy subjetivas, y a pesar de todos los estudios que se realizan, no pueden generalizarse. Una ligera variación en el brillo, pureza o extensión de un tono, cambia el efecto cromático, y esto siempre teniendo en cuenta la subjetividad de cada individuo al juzgar las armonías. En general, se define armonía cromática el equilibrio entre los colores en una composición.
Se suelen dividir por categoría, pues tendremos:

Armonías por saturación

También llamadas monocromas, son las que se producen partiendo de un solo tono, al que se añaden cantidades proporcionales de blanco o negro, produciéndose la conocida insaturación. Los tonos rojo y azul se prestan muy bien a estas armonías, por la gama de matices tan enorme que se adquieren.

Armonías por analogías

Se originan entre los colores que llevan en su composición gran cantidad de un color primario. Son también conocidas como analogías entre colores cálidos y colores fríos, Gamas de ocres y verdes terrosos, son siempre armónicos por contener ambos el color amarillo en gran cantidad. Azules y violáceos, por contener el cían. Rojos, rosas y marrones, por contener el magenta…

Estas tramas se amplían en sus efectos armónicos, al añadirles paulatinamente el blanco, el gris o el negro (la ya citada armonía por saturación).

Armonías de colores fríos y cálidos

Las combinaciones de colores fríos y cálidos, o lo que es igual de gamas cálidas y frías, proporcionan armonías aseguradas, pues se potencian ambas mutuamente.

Armonías de brillo y tamaño

Son las que tienen en cuenta la variedad infinita de efectos que se consiguen, variando el brillo (en el sentido de luminosidad), o la proporción de cualquier tono (porcentaje de área que ocupa un color con respecto a sus adyacentes y con respecto al conjunto de la obra) .

Buena armonía a todos,
un saludo
Chema Senra

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