
Piet Mondrian nació 1872 en los Paises Bajos, en Amersfoort, en el seno de una familia calvinista. Cursó sus estudios en la Academia Estatal de Ámsterdam hasta 1908, donde se dedicó al paisajismo como digno heredero de los pintores de su tierra. Y aunque sus comienzos fueron los de un pintor figurativo atraído por el impresionismo y el fauvismo, empezó a verse interesado por movimientos más abstractos como el cubismo. En 1908, bajo la influencia del pintor neerlandés Jan Toorop y el Círculo Holandés de Arte Moderno (Moderne Kunstkring), comenzó a experimentar con colores más brillantes.
Tras conocer las obras de Picasso y Braque, decide trasladarse a París de 1911 a 1914, donde se deja seducir por el cubismo analítico, realizando series como Árboles y Andamios. A partir de este momento sus obras se volverán cada vez más geométricas.
A su vuelta a Amsterdam fundó con Theo Van Doesburg el grupo De Stijl, a través del cual estuvieron publicando una revista homónima de arte vanguardista durante casi diez años, en la que Mondrian desarrolló su teoría sobre las nuevas formas artísticas, que denominó Neoplasticismo. Es en esta etapa cuando Mondrian reduce su paleta al blanco y negro y los colores primarios.
Durante los años 30 vive y trabaja saltando entre Amsterdam y París, uniéndose a grupos como Cercle et Carré o Abstraction-Création (donde conincidió con Josef Albers), finalizando los últimos años de la década en Londres. Es precisamente durante la década de los años 30 cuando Piet Mondrian se encuentra en la etapa de su investigación personal más conocida y aclamada por el público. No cabe duda que su obra ha sido reconocida por la gran mayoría debido en parte a su gran calidad estética. Pero paradójicamente, la búsqueda de Mondrian tenía unas raíces profundamente filosóficas y espirituales vinculadas al movimiento teosófico de Blavatsky.

Piet Mondrian en su estudio.
Sostenía que el arte no debía implicarse en la reproducción de imágenes de objetos reales, sino expresar únicamente lo absoluto y universal que se oculta tras la realidad, reduciendo toda representación a formas planas y colores primarios. Tal es su determinación en eliminar toda forma superflua de la pintura que sus obras sólo se compondrán de líneas y ángulos rectos. Este uso del color plano, primario y sin texturas responde a la necesidad de acercarse a la realidad empírica de la Naturaleza. Al igual que las retículas de líneas horizontales y verticales de «no color» negro pretendían encontrar el paralelismo entre lo espiritual y lo terrenal, huyendo de toda línea curva, al mismo tiempo que abarcan un intento de plasmar la estructura del cosmos.
Tal es su desvinculación con el concepto puramente estético en la pintura que, cuando Van Doesburg sugirió variaciones formales (como líneas diagonales, por ejemplo) Piet Mondrian abandonó el grupo De Stijl inmediatamente. Y no era para menos, ya que Mondrián llevaba buscando respuestas trascendentales a través de la pintura desde hacía más de 30 años, y ver cómo su compañero de fatigas reducía el arte a un planteamiento meramente estético tuvo que decepcionarlo profundamente.

Mondrian en acción, en su estudio de Nueva York en 1943.
Tras residir varios años en París y Londres, en 1940 se trasladó a Nueva York, donde su obra se vio influenciada por el dinamismo de la vida urbana y por los ritmos del Jazz estadounidense, como se puede apreciar en Broadway Boogie-Woogie, de 1943.
Un año más tarde fallece en la Gran Manzana, pero dejando tras de sí un legado imposible de borrar en el arte y el diseño contemporáneo. Aquí podéis ver algunas de sus obras y en el enlace de Mondrian Trust, podeis ver todas las etapas del pintor, desde la figuración a través del cubismo y hasta el neoplasticismo.
No entiendo a que se refieren con "la realidad empírica de la naturaleza".El señor Mondrian ya murió pero me hubiera gustado preguntarle como se acercaba a esa realidad natural sin el uso de la línea curva.Saludos
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Hola anónimo,te entiendo perfectamente. A mi me pasa lo mismo: me encantaría poder hablar con muchos pintores muertos sobre su concepción de la pintura. Pero ¿qué le vamos a hacer? Lo mejor para entender el pensamiento de Mondrian es estudiar las fuentes de las que bebió.La rusa Helena Petrovna Blavatski escribió en 1875 "Isis sin Velo", y en 1888 "La Doctrina Secreta". Estos dos libros son los más relevantes de esta ocultista y teósofa que interesó tanto a Mondrian. Quizás sea un buen punto de partida si quieres llegar a entender en profundidad su pintura.Espero haberte servido de ayuda y muchas gracias por participar.
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… de todos modos las líneas rectas de Mondrian pertenecen a su último periodo. Si ves la obra de 1911-12 The Grey Tree, a partir de allí la línea se hace más geométrica. La pintura es evolución. Formalmente la búsqueda de Mondrian lo ha llevado desde la pintura naturalista-figurativa a la esencia de lo natural, que él ha percibido como geométrica.
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Sí, seguramente la esencia de lo natural, en el plano de los mundos manifiestos es geométrica.Y aquí podría estar mucho de respuesta a mi pregunta.Gracias. Por otro lado creo que leer a Madame Blavatsky para tratar de entender a Mondrian sería un "poquito" pesado no crees?¿Podría hacerte una pregunta que atañe a tu creación como artista plástico?Gracias y saludos
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Claro…
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Siempre me ha intrigado el abstracto total en la pintura.Olvidando la historia de la pintura y sus "ismos".¿Qué es lo que te impulsó internamente a deshacerte de la forma?¿Cómo concibes una nueva creación, qué pasa por tu mente primero es un pensamiento que traduces en color o es el pantallazo de un nuevo cuadro en tu mente que luego se vierte en pensamiento?¿Qué pasa cuando pintas, es pura emoción desmesurada o la mesura razonada frena tu mano?Alimentándote del abstracto ya no interesa más el mundo de las formas?
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¡Vaya! Esto no es una pregunta: ¡es un bombardeo! Lo que te puedo decir es que he estado leyendo tus preguntas y me ha parecido que llevan implícitas las opciones A o B en la respuesta. En el Arte, 2+2 no siempre son 4… a decir la verdad, casi nunca. ¿Por dónde quieres que empecemos? 🙂
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Por la que más te estimule a responder, la que primero te halla encendido el intelecto….
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Hola Anónimo,trabajar la abstracción no significa abandonar las formas. Cada una de las líneas, manchas y puntos son formas en sí mismas y/o las crean cuando interactúan entre ellas. La pintura es algo muy personal, un camino sin final en el que vas conociéndote a través de la búsqueda de la manera más sincera de representación pictórica. Actualmente estoy algo desligado de la figuración por necesidades expresivas, pero no significa que la haya descartado ni total, ni parcialmente, ni para siempre. Esta necesidad expresiva es para con la pintura: dialogar con y de la pintura a su nivel, dentro de su campo, desatando el metalenguaje. La figuración, en pos de la narrativa formal, pone trabas de contenido en la fluidez de este diálogo y eso es algo que en términos de comunicación se denomina ruido e interferencia, por lo que he tenido que apartarla.Saludos.
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Gracias.Tu repuesta me parece luminosa.Ese diálogo que desata el metalenguaje me lo imagino catártico y la interacción con un sujeto: la pintura. Me recordó una hermosa película oriental : Pincel de Fuego.Entonces ya no hay mucha predisposición de tu parte a lo que hay que hacer.Sólo hay que entrar como en una buena meditación.Tu respuesta me amplio la visión y me rebasó (es este un espacio pequeño para la cascada de pensamientos que se desataron).Gracias
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Muchas gracias a ti por la conversación y la contribución. 🙂
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